En tiempos pasados se solía hacer negocios muy diferentes a los de la era actual. Las personas se guían por el valor de la palabra y tenían acuerdos verbales, que debían ser respetados por un tiempo o hasta el final de sus vidas. Una de las razones por las que los empresarios y emprendedores de la era anterior adoptaron la palabra fue por la falta de recursos y en parte de tecnología.
Con la evolución de la humanidad y la esfera profesional llegaron los avances tecnológicos y más recursos. Los acuerdos hechos en estos tiempos, aunque se establezcan sobre bases mutuas, se rompen.
Hay mucha discrepancia en términos de nociones, ideas, negocios, conceptos y mucho más. Para evitar que ambas partes sufran pérdidas considerables y sumado a la crisis que se sufrió por la pandemia, significó la revolución de los procesos legales, documentos y contratos. Elaboración de contratos, negociaciones y la firma de contratos se han convertido ahora en una parte vital para establecer relaciones, completar transacciones comerciales y mantener una marca a flote. Los contratos se consideran una garantía para proteger a ambas partes si no se cumplen sus expectativas, sellando aún más el trato con un precio que se pagará por los servicios.
¡El problema de la pandemia!
Con el estallido de COVID-19, la industria corporativa se vio afectada en gran medida, lo que llevó al sector a cambiar su enfoque de trabajo y adaptarse a la situación. Millones de personas se encontraron con restricciones obligatorias, voluntarias o en cuarentena, lo que limita sus interacciones en persona con otras personas para reducir la propagación de la pandemia.
Se implementó el trabajo remoto y, por lo tanto, se dependió en gran medida de la tecnología y las reuniones virtuales. Esto también está generando preocupaciones sobre la validez de las firmas electrónicas. Dado que los servicios de mensajería se ven afectados y no están prestando servicios en áreas que se vean afectadas. En tales circunstancias, sigue habiendo una posibilidad muy limitada de entrega física de documentos, lo que en última instancia retrasa la firma del acuerdo y, por lo tanto, crea un obstáculo para que las empresas funcionen sin problemas.
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El mejor recurso de ahora en adelante es adoptar un proceso digital para la preparación y firma de contratos para garantizar una transacción comercial fluida y mantenerlos operativos. Las empresas en estos días necesitan soluciones para digitalizar la creación, firma y gestión de contratos para seguir siendo relevantes en sus respectivos campos y, finalmente, salir de la situación para ganar impulso. Aquí es donde entra Volody para ayudar a la industria.
La solución
Firmar contratos y acuerdos completamente en formato electrónico o tenerlos presenciados o validados de forma remota no solo es conveniente, sino que también se está volviendo cada vez más una necesidad como medida preventiva para salvaguardar la salud y Volody ayuda a uno a hacer precisamente eso.
La pandemia ha alentado a varias industrias a salir de sus zonas de comodidad y cambiar su enfoque de trabajo. La necesidad del momento es dar un paso digital para sobrevivir y sostener el negocio mientras se mantiene la distancia social. Alentados también por medidas gubernamentales es hora de volverse digital y centrarse en la visión mutua a medida que nos adaptamos a la nueva normalidad.
Es hora de que el sector empresarial adopte la tecnología del futuro y prospere con ella.